La experiencia en el Método ECI nos ha permitido conocer a varias personas que padecían dolor de espalda, uno de los problemas mas frecuentes hoy en día. Pero antes de comenzar, tenemos que preguntarnos,

¿Es todo dolor de espalda igual?

La respuesta debería ser obvia: no. No todos los problemas de espalda son iguales, ni por supuesto están ocasionados por los mismos motivos. En esta serie de posts nos referiremos únicamente a los dolores de la columna vertebral, los problemas en las vértebras, ya sea que causen dolor en las cervicales (cervicalgia), dorsales (dorsalgia) o lumbares (lumbalgia). Y aunque no todo dolor de espalda es igual a los demás, el Método ECI nos ha permitido observar que hay algunos patrones comunes en estos dolores, y que podemos clasificar dependiendo del lugar donde se produce ese dolor, o más exactamente de las vértebras afectadas, aunque si es cierto que hay un punto en común en todos los dolores de espalda o problemas en vértebras: a ese punto común podemos llamarlo desvalorización, que no es otra cosa que falta de autoestima o sentirnos incapaces de algo (puede serte útil para entenderlo mejor este artículo sobre la desvalorización). Según las vértebras afectadas, el matiz de esta desvalorización será diferente. Veamos entonces…

Clasificación de las vértebras según su ubicación

La medicina ha realizado una clasificación de la columna vertebral identificando una serie de vértebras con su ubicación corporal, que podemos observar detalladamente en la imagen a continuación, dividiéndose así la columna vertebral en 5 grupos: vértebras cervicales, (C1 a C7), vértebras torácicas (T1 a T12), vértebras lumbares (L1 a L5), sacro y coxis. Esta clasificación resulta muy útil desde el punto de vista anatómico, pero realmente, aporta muy poco a la comprensión o explicación del dolor de espalda, dado que la medicina oficial considera iguales, y así los trata, todo dolor de espalda, independientemente de donde se localiza; como mucho, diferencia entre cervicalgia, dorsalgia o lumbalgia, que como veremos no es una clasificación que atienda a mas que a la localización del dolor, pero no a sus causas o motivaciones.

Identificación de las vértebras de la columna vertebral

Identificación de las vértebras de la columna vertebral

Clasificación de las vértebras según el dolor de espalda

El Método ECI, en cambio, propone una clasificación de la columna vertebral diferente, basándose en el origen, causa o motivación que produce el dolor. Esta propuesta nos proporciona un esquema que vemos en la siguiente imagen, donde se aprecia la distinción de las vértebras según el origen del dolor y su correspondencia con la clasificación anatómica tradicional. En la imagen se detallan 7 zonas diferentes (además del coxis) en función de qué tipo de desvalorización origina el dolor. Pinchando en cada título puedes acceder a la web donde se explica detalladamente cada tipo de desvalorización y lo que provoca por tanto, el dolor de espalda en cada lugar.

Zona del intelecto: vértebras C1 a C4

Zona del sometimiento: vértebras C5 a T2

Zona de la expansión: vértebras T3 a T9

Zona del colapso: vértebras  T10 a L2

Zona del cortejo y la familia: vértebras L3 y L4

Zona de la consideración: vértebras L5 y S1

Zona de la reproducción: vértebras S2 a S5 (sacro)

Zona del coxis

Vemos así que la denominada lumbalgia puede corresponderse a la zona del cortejo y la familia, o a la zona de la consideración (esta página).

Clasificación de las vértebras de la columna vertebral según el origen del dolor de espalda

Clasificación de las vértebras de la columna vertebral según el origen del dolor de espalda

¿Por qué ocurre el dolor en las vértebras L5 S1?

Ahora que ya tenemos clara la clasificación del dolor de espalda podemos profundizar en ello: el Método ECI ha comprobado a través de la experiencia que un dolor en las vértebras L5 S1 significa que la persona se siente poco o nada considerada. Ese es el matiz de la desvalorización de esta zona: podemos explicarlo de otra forma diciendo que la persona siente que su voz no es escuchada, que no le toman en cuenta, que es un cero a la izquierda.

¿Qué puede producir ese sentir?

Ese sentir de desconsideración hacia uno puede producirse en el entorno familiar, laboral, deportivo o en cualquier aspecto que tenga cierta importancia para el individuo. Puede darse en aspectos generales de la vida, si alguien siente que no le toman en cuenta para tomar las decisiones en la empresa, por ejemplo, o en aspectos puntuales:

  • Una mujer a la que los hijos no tienen en cuenta a la hora de respetar la hora de llegada a casa
  • Un hombre que siente que su mujer no escucha sus consejos en el momento de comprar un coche, y ella decide comprar el que mas le gusta, que a él no le parece adecuado.
  • Un hijo que no quiere trabajar con su padre, pero este le obliga a acompañarle cada día.
  • Un hombre al que su mujer nunca consulta a la hora de tomar las decisiones del hogar.

¿Cómo solucionar el dolor en las vértebras L5 S1?

Antes de explicar cómo solucionarlo hay que entender que el dolor de espalda que se produce en las vértebras o discos vertebrales es un dolor que ocurre en la fase parasimpática de la enfermedad, (lee la explicación sobre la fase simpática y fase parasimpática). Eso quiere decir que el dolor se produce cuando la causa o el origen del problema ha desaparecido. Es decir, cuando hemos dejado de sentir esa desvalorización o incapacidad para sobrellevar una situación, bien porque la situación ha cesado, o bien porque nos hemos adaptado y nuestro sentimiento sobre ese hecho ha cambiado. Continuando con los ejemplos anteriormente descritos, el dolor comienza cuando el hombre cambia de trabajo y es muy considerado en su nueva empresa; cuando los hijos comienzan a respetar los horarios, cuando al tercer hombre se le pasa el disgusto por el coche nuevo que compró su mujer, cuando el hijo finalmente se enfada y decidido no volver a trabajar con su padre, o por último, cuando esa pareja se separa y el hombre puede volver a decidir qué rumbo tomar en su vida.

Ahora si, entendido esto podemos explicar que el dolor de espalda no se quita por medios externos: en realidad, mientras estamos padeciendo ese sentimiento de desvalorización, las vértebras se descalcifican, un proceso que es indoloro; cuando finaliza ese sentimiento (sea porque nos hemos adaptado o porque la situación que lo produjo ha finalizado), el cuerpo comienza el proceso de regeneración ósea de la vértebra o vértebras afectadas, y es ese proceso el que causa dolor, por la inflamación del periostio, la piel que recubre el hueso. La duración de ese proceso dependerá de la duración y la intensidad de la fase de desvalorización, de cuánto tiempo nos sentimos incapaces y en que medida. Y lo mejor que podemos hacer es aguantar el dolor en la medida de lo posible, sabiendo que es algo temporal y que el cuerpo está autoreparándose. En caso de que el dolor sea tan intenso que no se pueda aguantar, si será recomendable tomar un remedio natural contra el dolor, pero siempre seguir manteniendo el reposo recomendado.

¿Qué debemos tener en cuenta?

Lo mas importante es asimilar que el cuerpo está en fase de reparación de un problema ocurrido anteriormente. Eso debe darnos el ánimo suficiente para soportar el dolor de espalda, sabiendo que es solo cuestión de tiempo que cese. Además, es muy recomendable mantenernos en reposo para que la regeneración ósea se lleve a cabo de forma correcta y no se produzcan deformaciones en el desarrollo del hueso. Por último, es importante reconocer qué problema causó ese dolor de espalda, para poder afrontar la situación de otra forma en caso de que pueda volver a producirse y evitar dolores futuros. Para identificar el problema exacto que nos afecta el Método ECI es, sin duda, una fantástica herramienta. Si no sabes qué produce tu dolor y quieres averiguarlo para solucionarlo y evitar recaídas, ponte en contacto con nosotros.

Nota sobre las hernias

En caso de que el dolor sea causado por una hernia, la experiencia nos dice que habitualmente tendrá el mismo origen que el que detallamos aquí, pero con la particularidad de que el sentimiento de desvalorización se ha mantenido durante mucho tiempo o con mucha intensidad.